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Chihuahua Chih. México

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Crónica Chihuahua

El estado más grande del país cuenta con innumerables paisajes naturales en barrancas, cascadas, desiertos, lagos, montañas y bellas construcciones coloniales, testigos de la historia nacional donde destaca ser la cuna del movimiento de la Revolución Mexicana a principios del siglo XX. Así es Chihuahua, una entidad digna de ser visitada. La capital del estado, del mismo nombre, se encuentra en un valle rodeado por los cerros Grande, Coronel y Santa Rosa y debe su fundación a las ricas minas argentíferas de Santa Eulalia. Aquí se puede visitar bellos edificios del siglo XVIII como la catedral que tardo casi 100 años en su construcción, la cual tiene su fachada en estilo churrigueresco, dos bellísimas torres de 40 metros y una cúpula semejante a la Basílica de San Pedro en Roma. En su interior tiene candiles de cristal veneciano, altares de mármol y un monumental órgano. El Acueducto Colonial es testigo mudo de la partida ganada al desierto para surtir de agua a la creciente población de la ciudad llamada "orgullosa señora del desierto". Hay una serie de edificios de importancia histórica nacional como son el Palacio Federal, en cuya torre aún se conserva el calabozo donde estuvo prisionero Miguel Hidalgo, y la Iglesia de San Francisco, donde fueron sepultados sus restos antes de ser trasladados a la Ciudad de México. Otros edificios dignos de ser visitados en esta ciudad son el Museo Casa Juárez, el cual sirvió como Palacio Nacional durante la intervención francesa; la bella mansión que ocupa el Centro Cultural Universitario "Quinta Guarneros" y el Museo de la Revolución Mexicana, que fuera la casa del general Francisco Villa. Sin embargo, no sólo en la ciudad de Chihuahua se conserva todo el atractivo arquitectónico de la entidad, pues también existen construcciones de los siglos XVII y XVIII en Santa Eulalia, Aldama, San Francisco del Conchos, Meoqui, Valle de Allende, Hidalgo del Parral y Batopilas.

El desierto de Conchos

En Chihuahua el atractivo principal es su riqueza natural, destacando el desierto de Conchos que abarca los municipios del noreste del estado y donde se encuentra un Área Natural Protegida denominada "Cañón de Santa Elena", sitio poblado por cactáceas, huizaches, candelilla y otras especies de la flora local, así como puma, gato montés, venado, musaraña, coyote, jabalí, tortuga, víbora de cascabel y numerosas aves. En esta región también existen zonas paleontológicas, como en la comunidad de Altares, con ricos yacimientos de fósiles marinos y terrestres, además de antiquísimos petrograbados de los primeros hombres que habitaron la zona. Las grutas de Coyame son otros atractivo de este desierto con sus pasajes, salones y galerías de imponente belleza, adornadas con una buena cantidad de estalactitas, estalagmitas y otras formaciones menos conocidas como helictitas, aragonite y cristales de travertino y calcita. En su interior es posible ver una serie de fósiles marinos que datan de los tiempos en que se originó la roca caliza que conforma la cavidad. Es una de las cuevas más bellas de Chihuahua y la única que está acondicionada para recibir visitantes, ya que se encuentra iluminada y tiene una vereda excelente, cercada y aplanada. Cuenta con servicio de guías, el cual es obligatorio para hacer el recorrido que suele durar aproximadamente una hora y media. La cavidad se encuentra dos kilómetros antes de llegar a Coyame y cuenta con estacionamiento. Coyame es un poblado que surgió en 1715, cuando el sargento Juan Antonio de Trasviña estableció la misión de Santiago Coyame a cargo de misioneros franciscanos, la cual fue escenario de constantes luchas contra apaches en sitios como Tres Castillos, mientras que en Cuchillo Parado surgió el primer levantamiento armado contra Porfirio Díaz. El lugar cuenta también con un hermoso manantial termal que fue acondicionado como balneario, que tiene albercas, resbaladillas, asadores, baños, muchos árboles que dan sombra y un ambiente agradable y se complementa excelentemente bien con la gruta de Coyame, ya que después del recorrido de ésta es ideal darse un chapuzón en las tibias aguas del balneario. Cabe destacar que en esta región crece un agave muy característico de la zona desértica que produce el sotol, bebida tradicional de Chihuahua. Camino a Ojinaga se puede admirar el Cañón de Pegüis, con sus 150 metros de profundidad y 15 kilómetros de longitud que son recorridos en el fondo por el río Conchos y es ideal para hacer un recorrido en balsa, o realizar escalada y rappel en roca. Sin embargo, tanto en primavera como en verano se debe tener cuidado de recorrer la zona por la abundancia de víbora de cascabel.

La Sierra Tarahumara

Uno de los destinos que ha despertado el interés en todo el mundo por su gran belleza es la Sierra Tarahumara y sus Barrancas del Cobre, por ser una de las zonas más hermosas del mundo. Aquí destaca el Parque Nacional de Basaseachic, que tiene dos de las cascadas más altas de México: Basaseachic y Piedra Volada, de 254 y 456 metros, respectivamente. Ambas caídas de agua se pueden apreciar desde diversos miradores, cada uno de los cuales reserva bellos espectáculos. En el Divisadero se observa la confluencia de las barrancas de Tararecua, del Cobre y Urique, al cual se puede accesar a través de la carretera o en un vuelo en avioneta desde la capital del estado. Las Barrancas del Cobre es uno de los más espectaculares atractivos de la entidad que tiene una constitución geológica de entre 20 y 30 millones de años de antigüedad y es la más profunda de la Sierra Tarahumara con 1,870 metros de profundidad y 50 kilómetros de longitud. Desde las partes altas se admira el acantilado y la belleza del bosque donde abundan los encinos, madroños y juníperos. Al llegar al fondo de la barranca el clima es caliente, por lo cual se podrá saborear del fruto de las higueras cimarronas y encontrar una extensa variedad de especies de cactáceas, carrizales y agaves, además de una gran variedad de aves que han hecho de esta barranca su hábitat. En la parte alta destaca el águila, los pájaros carpinteros y el guajolote silvestre. En cuanto a los mamíferos, está el puma, el venado y la zorra. En las partes intermedias y profundas existen el lince, jaguar, mapache, nutria, jabalí y otros. Durante el verano, las zonas altas, suele tener un clima templado y fresco; mientras que en invierno es muy frío. El fondo de la barranca durante el verano es caliente, especialmente en verano que es cuando caen las principales lluvias. La barranca de Urique se encuentra a escasos metros del Divisadero y para llegar a este lugar se debe descender por un camino de terracería, que baja de 2,000 metros de altitud a 600 metros donde está el poblado con el mismo nombre. La barranca de Candameña es una de las siete que conforman el complejo denominado Barrancas del Cobre y aquí se puede admirar una caída de agua de 246 metros. Otro atractivo es el Gigante, una peña rocosa considerada la más alta a nivel nacional. La cara del Gigante que da al cañón tiene un corte totalmente vertical de cuando menos 600 metros, siendo esto un gran reto para los escaladores. El lago de Arareko es único en la Sierra Tarahumara por su belleza. Su superficie es de 40 hectáreas y con una forma alargada, tiene una longitud de tres kilómetros; se encuentra rodeado de bosque y en él habitan pájaros carpinteros, pájaros azules, "chuyacos", ardillas, garzas y patos. Cerca de aquí se pude admirar una cueva escondida y algunos abrigos rocosos donde anteriormente habitaron los Rarámuris. Este atractivo turístico se encuentra a escasos cinco kilómetros de Creel y se accede por carretera. Junto al lago los Rarámuri tienen un sitio llamado Batosarachi que costa de tres cabañas perfectamente acondicionadas, también cuenta con una zona para acampar, ubicada a la orilla del lago y un pequeño embarcadero en donde rentan lanchas, caballos y bicicletas de montaña. Además de visitar este atractivo, se pueden recorrer los valles que lo rodean.

Chihuahua, una ciudad colonial en el norte de México

El estado de Chihuahua es el más extenso del país; asimismo, uno de los más sorprendentes por sus singulares atractivos que guarda y ofrece al visitante. Llena de esplendor y magia por la grandeza de su historia, la ciudad de Chihuahua, capital del estado, se caracteriza por los encantos de su arquitectura colonial que se entreteje con la influencia de la industria moderna. Desde su fundación el 12 de octubre de 1709, la huella del tiempo ha marcado la urbe, y en los tres siglos de su historia han quedado monumentos y templos que señalan de modo elocuente el destino de esta ciudad. El primer templo construido se dedicó a Nuestra Señora de Guadalupe, seguido por el de San Francisco, donde fue sepultado el cuerpo del Padre de la Patria, don Miguel Hidalgo, además de que es un ejemplo típico de la arquitectura misional de los franciscanos y el único que aún guarda dos magníficos retablos del siglo XVIII. Otro sitio que el viajero no puede dejar de visitar es la catedral, indudablemente la mejor obra del barroco mexicano en el septentrión de la Nueva España. Se trata de un singular edificio por el equilibrio y la unidad del conjunto, que remata en dos esbeltas torres de cantera ocre, las cuales resaltan contra el azul cobalto del cielo. Igualmente interesante es la capilla de Santa Rita, del siglo XVIII, recuerdo entrañable para los chihuahuenses, quienes festejan el 22 de mayo la feria más importante de la ciudad en honor a la santa. Por otro lado, justo en el centro, en la Plaza de Armas, hay un hermoso quiosco de metal traído de París, el cual fue colocado junto a las estatuas de fierro que adornan el jardín que alberga el actual Palacio Municipal. La cuidad de Chihuahua se compone de infinidad de iglesias, capillas, edificios arquitectónicos y monumentos, entre los que se pueden mencionar el dedicado a Miguel Hidalgo, el de Tres Castillos, que recuerda las luchas durante 200 años contra apaches y comanches; el monumento a la Madre, enmarcado por una bella fuente y un jardín; y, por último, la Puerta de Chihuahua, que enmarca la entrada a la ciudad. Además, el visitante que deambule despreocupadamente por las calles de Chihuahua se topará con residencias que lo obligarán a detenerse para admirarlas, como la Quinta Creel, la Casa de los Touche y la Quinta Gameros. Pero si su inquietud da para más, aún quedan buenos museos para entretenerse: El Museo de Pancho Villa, el Museo Casa de Juárez y el Museo de Arte Moderno. Como podemos ver, la historia ha dejado en Chihuahua un cúmulo de atractivos para disfrute y goce tanto de sus habitantes como de los turistas.

Las Barrancas del Cobre, un lugar privilegiado

Entre los grandes tesoros que guarda México, la Sierra Tarahumara es un lugar privilegiado cuya naturaleza la hace una de las regiones más hermosas e imponentes del mundo. Una de sus partes más espectaculares son las Barrancas del Cobre y las cascadas de Basaseachi, además del típico poblado de Creel, que forman parte del recorrido de esta sierra. Las Barrancas del Cobre es uno de los atractivos turísticos más cautivadores del estado de Chihuahua, al norte del país, que se pueden ver en todo su esplendor desde los sitios denominados Estación Divisadero y Areponapuchi. La manera más común de llegar es mediante el ferrocarril Chihuahua-Pacífico, mejor conocido como "CH-P", ya sea abordándolo en la ciudad de Chihuahua o en Los Mochis, Sinaloa. Aunque también es posible ascender por carretera, desde la capital del estado, en un recorrido de aproximadamente cinco horas. Ahora que hay una forma más sencilla: llegar en avioneta, con tan sólo 50 minutos de vuelo, ya que el lugar cuenta con una pequeña pista de aterrizaje. Esta barranca es la más profunda de toda la Sierra Tarahumara, con 1,879 metros de altura y 50 kilómetros de longitud. Desde los miradores ubicados en sus partes altas se admiran los acantilados y bosques, irresistibles modelos para tomar fotografías. Para quienes gustan del campismo, es posible realizar el descenso a las barrancas, con la salvedad de que esta aventura tomar, en promedio, dos días, pero es una oportunidad única de disfrutar del contacto con la naturaleza. El Divisadero se localiza a 48 kilómetros de Creel, que es la parte más conocida de las Barrancas del Cobre, aunque en realidad es donde se coinciden las Barrancas de Tararecua, del Cobre y Urique. En esta zona, a lo largo de los años se ha desarrollado una infraestructura de hospedaje y de servicios, que se conforma mayoritariamente de hoteles rústicos de montaña, pero con inmejorables vistas desde las habitaciones. Además, sin mayor sofisticación, se puede gozar de comida casera y paseos guiados a pie o en caballo. Por otro lado, cerca de Creel está el Parque Nacional Basaseachi, cuyo máximo atractivo son sus dos cascadas: Basaseachi, con una caída dee agua de 246 metros de altura, y Piedra Bolada, que mide 453 metros. Ambas se pueden apreciar desde seis diferentes miradores. Piedra Bolada cuenta con dos ubicados de frente a la cascada, en tanto que para disfrutar Basaseachi existen cuatro.

Barrancas del Cobre, Chihuahua

En el norte de México se ubica uno de los complejos geológicos más importantes del mundo: Las Barrancas del Cobre. Ubicado en el municipio de Urique, en el estado de Chihuahua, este Parque Nacional está conformado por un sistema de ocho barrancas. * La Barranca de Urique es la más profunda de ellas con mil 879 metros. Se encuentra a 30 kilómetros de la estación de Bahuichivo. Para llegar al pueblo se debe descender por un camino angosto de terracería que baja de dos mil metros de altitud a 600 metros. En su fondo corre el Río Fuerte que desemboca en el Pacífico * La más espectacular de todas es la de Sinforosa, en el municipio de Guachochi con mil 870 mts de profundidad y 50 km de longitud. En ella se encuentran las cascadas de Rosalinda y San Ignacio, ambas de 100 metros de caída. * La Barranca de Batopilas destaca por la historia minera y por el pueblo del mismo nombre que se encuentra en el fondo de la barranca de mil 800 metros de profundidad y donde conviven las comunidades de indígenas Raramuris más tradicionales. * La de Candameña es la barranca que tiene las dos cascadas más altas de México: Piedra Volada, de 453 metros y Baseaseachi de 246 mts, ahí también se encuentra la pared de piedra totalmente vertical mas alta de México con una altura de 885 metros, conocida como "La Peña del Gigante", en conjunto forman el Parque Nacional "Cascada de Baseaseachi, con una gran variedad de flora y fauna. * En los mil 620 metros de profundidad de la Barranca de Huapoca se encuentran sitios arqueológicos de la cultura Paquimé, entre los que destacan La Cueva de los Apaches, Cueva Grande y Conjunto Mogollón. * La menos conocida de las barrancas es la de Chinipas (mil 600 mts), en el fondo de la cual se encuentra el pueblo misional de Chínipas, el más antiguo de toda la Sierra Tarahumara y el mejor conservado. * La de Oteros se ubica entre los antiguos pueblos mineros de Maguarichi y Urachi, con una profundidad de mil 520 metros, en ella se encuentra la cascada de Rocoroybo, de tres saltos. * La del Cobre, que da nombre a todo el conjunto, tiene una profundidad de mil 300 metros y debe su nombre a unas viejas minas que hay en el fondo en las que se explotaba el cobre. Para visitarlas el Tren Chihuahua-Pacífico ofrece un itinerario que permite admirarlas y hacer escalas en los principales poblados como Creel, Divisadero y Barrancas, donde se pueden practicar el turismo de aventura, ciclismo de montaña, rappel, pesca, deportes acuáticos y de montaña. Asimismo, las Barrancas del Cobre albergan a las comunidades Tarahumaras en las que se aprecia la forma de vida, fiestas, tradiciones y artesanía de esta etnia. Los servicios turísticos que la Sierra Tarahumara ofrece a los visitantes, son aptos para todo tipo de turismo pues ahí se ubican hoteles de todas las categorías y facilidades para campismo.